La muchacha que ayuda a la señora de la casa, se dispone a arreglar la cama de sus patrones, cuando descubre en medio de las sábanas un condón usado. Espantada corre con la señora a informar el hallazgo:
¡Siñora, siñora!, venga a ver lo qui incontre.
La señora un poco asustada la acompaña y tras reconocer el objeto dice:
¡Ay María!, que ignorante eres, ¿qué en tu pueblo no hacen el amor?
-Sí siñora, ¡pero no hasta despellejarnos!
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