lunes, 29 de septiembre de 2014

Solterona al borde de la desesperación

Un día entra un hombre a una farmacia de dos solteronas que fueron heredadas del padre, en eso el hombre pide un condón.

Una de las mujeres le saca uno talla 42.

-No, es pequeño, dice el hombre.

Le saca uno talla 44.

-No, creo que todavía es pequeño.

Saca y saca, y la última talla que le queda es un 50, pero el hombre dice que no, que es pequeño aún. Entonces la mujer grita:

- Hermenegilda, el señor necesita un condón talla 52 y ya no nos quedan, ¿qué le ofrezco? Y Hermenegilda le contesta:

-¡Casa, comida y la mitad de la farmacia!

No hay comentarios. :

Publicar un comentario